El VRS
¿Qué es el VRS?
El virus respiratorio sincitial (VRS) es un virus respiratorio común que suele causar síntomas leves parecidos al resfriado. Las personas que se infectan por VRS generalmente se recuperan en aproximadamente una semana sin necesidad de tratamiento médico. Sin embargo, en el caso de lactantes menores de seis meses, personas mayores y personas con un sistema inmunitario debilitado, la infección por VRS puede causar enfermedad grave y la muerte.
En Europa, el VRS es responsable de la hospitalización de cerca de 250 000 niños y niñas menores de cinco años, algunos de los cuales requieren cuidados intensivos, y de aproximadamente 160 000 personas adultas cada año. Una de cada veinte personas mayores en Europa se infectan por el VRS cada año.
En resumen: el VRS en Europa
- Enfermedad respiratoria causada por un virus
- El VRS se transmite fácilmente por el aire
- Alrededor de 250 000 hospitalizaciones de niños y niñas y 160 000 hospitalizaciones de pesonas adultas cada año.
- El VRS puede causar enfermedad grave en lactantes, personas mayores y personas con sistemas inmunitarios debilitados.
- La vacunación puede prevenir el VRS y sus complicaciones
¿Cuáles son los síntomas del VRS?
El VRS afecta de forma diferente a los distintos grupos de edad, aunque entre los síntomas más comunes que causa la infección por VRS se incluyen los siguientes:
- Tos
- Estornudos
- Fiebre
- Secreción nasal
- Sibilancias
- Dolor de garganta
- Cefalea
- Congestión
- Fatiga
Los lactantes que se infectan por VRS pueden desarrollar síntomas diferentes, como:
- Irritabilidad
- Disminución del apetito
- Cambios en su patrón respiratorio
- Apnea (interrupción temporal de la respiración, especialmente durante el sueño)
En niños menores de cinco años, la infección por VRS también puede provocar:
- Respiración acelerada
- Problemas para tragar
- Septicemia
En las personas adultas la infección por VRS también puede causar:
- Desorientación
- Disnea
¿Cuáles son las complicaciones de infección por VRS?
Aunque la mayoría de los casos son leves, la infección por VRS puede empeorar las condiciones de base existentes y causar complicaciones graves que pueden ser potencialmente mortales. Entre las complicaciones de una infección grave por VRS se incluyen la bronquiolitis en lactantes y niños pequeños, la inflamación de las pequeñas vías respiratorias en los pulmones y la neumonía, una infección de los pulmones.
En lactantes y niñas y niños pequeños, los signos de infección grave por VRS que requieren atención médica urgente están relacionados con la dificultad para respirar. Las respiraciones rápidas y superficiales, el aleteo de las fosas nasales al inspirar, la respiración ruidosa, las pausas en la respiración y el hundimiento del pecho indican la necesidad de atención médica urgente. Además, los progenitores deben estar atentos a la coloración azul o gris de los labios, la boca o las uñas, ya que es un signo de niveles de oxígeno en sangre preocupantemente bajos.
Los lactantes también pueden desarrollar septicemia, una infección del torrente sanguíneo que puede provocar diversos síntomas, como el descenso de la tensión arterial, el aumento de la frecuencia cardíaca y fiebre. Las personas mayores con infección por VRS pueden sufrir complicaciones como el empeoramiento de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y enfermedades cardíacas.
¿Cómo se transmite el VRS?
El VRS se transmite de una persona a otra principalmente a través de partículas que libera en el aire una persona infectada (sobre todo al hablar, cantar, gritar, estornudar, toser, etc.). Estas partículas pueden llegar a otras personas que estén cerca, que pueden inhalarlas.
Las personas con VRS suelen transmitir el virus durante tres a ocho días y pueden empezar a transmitirlo uno o dos días antes de sentirse enfermas. Algunos lactantes y personas con sistemas inmunitarios débiles pueden seguir transmitiendo el VRS durante cuatro semanas o más, incluso después de parecer que se han recuperado.
Las partículas más grandes (gotículas) también pueden caer en superficies que otras personas tocan. El virus se puede quedar en las manos de estas personas y pueden infectarse al tocarse los ojos, la nariz o la boca. Esta es una forma común de transmisión para lactantes y niños y niñas pequeños que tocan superficies o juguetes infectados o se los llevan a la boca.
¿Quién tiene riesgo de infectarse por VRS?
El VRS puede afectar a personas de cualquier edad y casi todos los niños y niñas habrán sido infectados por el VRS durante los dos primeros años de vida.
Entre las personas con mayor riesgo de enfermedad grave se encuentran los lactantes prematuros y los menores de seis meses, las personas adultas mayores y las que tienen sistemas inmunitarios debilitados o condiciones preexistentes como diabetes, cardiopatías y enfermedades pulmonares.
¿Cómo puede prevenirse la infección por VRS?
Para proteger a las poblaciones en riesgo de contraer una enfermedad grave por VRS, en los últimos años se han autorizado en la UE varios tipos de productos de inmunización para distintos grupos de población. Las directrices nacionales indican cuáles de ellos se recomiendan en cada país.
Los anticuerpos monoclonales son proteínas fabricadas en laboratorio que actúan como herramientas precisas para ayudar al organismo a combatir un patógeno concreto. En el caso del VRS, se administran anticuerpos monoclonales a neonatos y lactantes para protegerlos del VRS grave durante su primera temporada de VRS y pueden administrarse a niños de hasta veinticuatro meses de edad que sigan siendo vulnerables a una enfermedad grave de VRS durante su segunda temporada de VRS.
También existe una vacuna frente al VRS autorizada para personas a partir de dieciocho años, que también está autorizada como vacuna materna. En función de las recomendaciones nacionales, esta vacuna se administra durante el embarazo para ayudar a proteger a los lactantes transfiriendo anticuerpos protectores al feto a través de la placenta.
Hay otras dos vacunas contra el VRS autorizadas para personas mayores de sesenta años o más, y cada una de ellas también presenta indicaciones para grupos de edad más jóvenes específicos con mayor riesgo de enfermedad grave.
La adopción de las siguientes medidas puede ayudar a limitar la transmisión del VRS y proteger a las personas vulnerables frente a enfermedades graves:
- lavarse y desinfectarse las manos con frecuencia;
- taparse la nariz y la boca al estornudar;
- evitar el contacto con otras personas cuando se está enfermo.
¿Cómo se trata la infección por VRS?
Los casos leves de infección por VRS no suelen requerir ningún tratamiento, ya que las personas se recuperan por sí solas al cabo de unos pocos días. Los lactantes menores de seis meses pueden requerir de una hospitalización para controlar sus niveles de respiración y oxígeno.
En los casos graves, la atención hospitalaria puede incluir cuidados de apoyo y asistencia respiratoria, así como tratamientos específicos para las complicaciones que puedan surgir.