COVID-19
¿Qué es la COVID-19?
La COVID-19 es la enfermedad causada por el coronavirus-2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2).
Un brote de COVID-19, que comenzó a finales de 2019 y se propagó por todo el mundo a principios de 2020, causó graves perturbaciones sociales y económicas antes de que el director general de la OMS determinara en 2023 que la COVID-19 había dejado de ser una emergencia de salud pública de interés internacional.
En resumen
- Enfermedad respiratoria causada por un virus.
- La COVID-19 se transmite fácilmente por el aire.
- Más de 778 millones de casos y 7 millones de muertes en todo el mundo desde 2020.
- Puede causar complicaciones graves en personas mayores y en personas con sistemas inmunitarios debilitados
- La vacunación protege contra los síntomas graves de la COVID-19.
Más información sobre las vacunas frente a la COVID-19 en su país.
¿Cuáles son los síntomas de la COVID-19?
Los síntomas incluyen:
- Fiebre
- Tos
- Debilidad general o fatiga
- Alteración o pérdida del sentido del gusto o del olfato
- Dolor de garganta
- Dolor de cabeza
- Dolores musculares
- Diarrea
La gravedad de la enfermedad varía mucho de una persona a otra.
Algunas personas son asintomáticas, lo que significa que no presentan ningún síntoma.
En los casos graves, los síntomas pueden incluir:
- Dificultad para respirar o falta de aliento
- Confusión
- Dolor de pecho
Las personas con síntomas graves pueden requerir de atención médica y apoyo especializado.
Es posible que algunas personas con síntomas graves de COVID-19 requieran ser hospitalizadas para recibir dicha atención médica. Algunos de los casos más graves pueden requerir ingreso en cuidados intensivos y producir la muerte, en particular las personas mayores o con enfermedades subyacentes.
¿Cuáles son las complicaciones de infección por la COVID-19?
Las personas con síntomas graves que afectan a las vías respiratorias pueden requerir ser conectadas a un respirador (ventilación mecánica). Algunos pacientes con COVID-19 también corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones relacionadas con la coagulación de la sangre, como ictus o infartos de miocardio.
La probabilidad de requerir hospitalización es mayor en las personas mayores y en personas con enfermedades de larga duración o afecciones subyacentes.
¿Qué es el síndrome pos-COVID-19 o COVID persistente?
Un pequeño número de pacientes pueden sufrir efectos persistentes de la infección por el virus SARS-CoV-2. Se conoce como síndrome pos-COVID-19 o «COVID persistente».
Los síntomas son:
- Pérdida del sentido del gusto o del olfato
- Fatiga
- Debilidad general
- Disnea
- Trastornos cognitivos
No existe ninguna prueba que diagnostique el síndrome pos-COVID-19, y los síntomas pueden durar semanas, meses o más. Actualmente no existe ningún tratamiento para este trastorno. Sin embargo, los datos sugieren que las personas vacunadas frente a la COVID-19 tienen menos probabilidades de presentar síntomas de síndrome pos-COVID-19.
¿Cómo se transmite la COVID-19?
El virus SARS-CoV-2 se transmite de una persona a otra principalmente a través de partículas que libera en el aire una persona infectada (sobre todo al hablar, cantar, gritar, estornudar, toser, etc.). Estas partículas pueden llegar a otras personas que estén cerca (normalmente hasta los dos metros de distancia), que pueden inhalarlas.
La transmisión de una persona infectada a otra puede empezar incluso dos días antes de que la primera empiece a presentar síntomas.
Por lo general, una persona tarda cinco o seis días en presentar síntomas después de contraer la enfermedad. Sin embargo, este plazo puede variar de un día a dos semanas.
Las partículas más grandes (gotículas) también pueden caer en superficies que otras personas tocan. El virus se puede quedar en las manos de estas personas y pueden infectarse al tocarse los ojos, la nariz o la boca. Con todo, esta vía de transmisión es mucho menos frecuente que la transmisión entre personas.
¿Quien tiene riesgo de infectarse por la COVID-19?
Todo el mundo tiene el riesgo de infección por COVID-19.
Sin embargo, algunos grupos de población tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. Estos grupos incluyen personas mayores de sesenta años, mujeres embarazadas y personas con enfermedades subyacentes, por ejemplo:
- Obesidad
- Hipertensión
- Diabetes
- Enfermedad cardíaca
- Enfermedades crónicas que afectan a los pulmones y las vías respiratorias
- Enfermedades del sistema nervioso
- Sistema inmunitario debilitado
Los síntomas en las personas mayores también tienden a ser más graves que en personas jóvenes saludables y niños y niñas. No obstante, todas las personas infectadas pueden transmitir el virus a otras, y algunas personas jóvenes y niños y niñas también pueden desarrollar una enfermedad grave.
Los espacios interiores abarrotados ayudan a que la COVID-19 se transmita rápidamente: los centros penitenciarios, los centros de acogida para migrantes y las plantas de procesamiento de alimentos son ejemplos de lugares donde ha habido brotes importantes.
¿Cómo puede prevenirse la infección por el COVID-19?
La forma más eficaz de prevenir la COVID-19 es a través de la vacunación. Las personas que están vacunadas tienen menos probabilidades de sufrir una enfermedad grave o requerir hospitalización. Por este motivo, las autoridades de salud pública instan a todas las personas en riesgo de enfermedad grave a que se vacunen a la COVID-19.
Lavarse las manos a menudo con agua y jabón o usar soluciones con base alcohólica también ayuda a evitar que el virus pase de las manos al cuerpo a través de los ojos, la nariz o la boca.
Vacunas autorizadas para su uso en la Unión Europea
Se ha autorizado el uso de varias vacunas en la UE. La lista de vacunas autorizadas contra la COVID-19 puede consultarse aquí: Medicamentos frente a la COVID-19 | Agencia Europea de Medicamentos (EMA)
¿Cuál es el tratamiento de la COVID-19?
Existen disponibles medicamentos antivirales que actúan directamente sobre el virus SARS-CoV-2. Estos medicamentos se utilizan para tratar infecciones tempranas en personas con un alto riesgo de desarrollar una enfermedad grave, a fin de evitar que la enfermedad empeore.
Los medicamentos antivirales pueden formar parte de opciones de tratamiento clínico de apoyo más amplias, por ejemplo, el suministro de oxígeno, que se administra a discreción de los equipos médicos encargados de la atención médica de una persona.
Para obtener la información más reciente sobre los tratamientos contra la COVID-19, visite el sitio web de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA): Tratamientos y vacunas frente a la COVID-19 o el sitio web de la Comisión Europea: Tratamientos de la COVID-19 (europa.eu)
Nota: La información que aparece en esta ficha tiene una finalidad puramente informativa y general y no se debe utilizar para sustituir los conocimientos especializados y el juicio clínico de un profesional sanitario.